"La relación matemática entre las dimensiones de las alas y el peso del abejorro nos indican que volar le sería totalmente imposible.
Pero el abejorro lo ignora, es por eso que vuela"

viernes, 7 de octubre de 2011

Escuchar más, juzgar menos

Una de las cosas que más me gustan de Iruña son sus murallas. Cuando necesito un respiro, cuando siento que necesito pensar o inspiración, aclarar mis ideas... Me gusta perderme en ellas, respirar hondo y pensar. Observo, mucho, todo lo que me rodea. Los montes,el río, los barrios, las casas, las gentes. Soy observadora compulsiva. Y me encanta. 
Soy de esas personas que no necesitan abrir la boca para mantener una conversación, de esas que disfrutan del silencio, que escuchan al vacío. Soy de esas personas que miran más allá del horizonte, más profundo de lo que una imagen muestra, de las que intentan mirar del Sol el reflejo. 
Las murallas de Iruña son observadas por muchos. Visitadas por más. Pero apuesto a que poca gente ha sido capaz de pararse a mirar las casas que le dan a este lugar uno de sus toques más característicos llamado CALOR. 

Yo, observándolas, de entre muchas tantas, encontré una historia que me fascinó. 
Os presento a Garbiñe:

                                       

Garbiñe es una chica tímida pero pasional al mismo tiempo. Ella cree ser débil pero yo sé que es más fuerte que ninguna otra de las suyas, y, aunque haya sufrido, nunca ha perdido la esperanza de volver a ser feliz.
Una de las cosas que más me gusta de Garbiñe es que escucha a todo el mundo que tenga algo que contarle. Aún no he conseguido intercambiar palabra con ella. Se vé que siempre la pillo durmiendo cual marmota o perdida mirando al vacío. Hay veces que también llora, pero guarda sus lágrimas en su interior para que nadie se preocupe.

A veces, imagino que le hablo:

-Pareces preocupada, ¿Qué te ocurre?
-...
-Cuéntame tu historia.
-...es muy larga.
-No te preocupes, sé escuchar.
-Me da vergüenza.
-Eso es por culpa de esas pesadas y gruesas cadenas que tienes encima. Te oprimen, te asfixian, te hacen sentir menos. Si me dejas, yo te puedo ayudar a deshacerte de ellas.
-Pero... ¿Y si no te gusto sin ellas? ¿Y si por dentro no soy como esperas?
-Entonces me gustarás, te amaré, sólo por ser un alma LIBRE. 

3 comentarios:

  1. Que difícil es quitarse muchas veces las cadenas,esas mismas que constituyen día a día nuestra condena, pero hay que lograr la llave, la cizaña k nos haga ser libres , y el que no nos ame por volver a ser libre posiblemente no pueda estar a nuestro lado pues aun necesitara prestaras atención para volver a ser libre, y aprender que las almas libres son siempre mas felices.

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  2. Mis respetos. Gran comienzo. Esto promete, pequeño saltamontes.

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  3. Amante de le lluvia10 de octubre de 2011, 13:59

    Algun dia, cuando las nuves se alcen victoriosas sobre su victima el sol Gerbiñe contará su historia. Haveces, solo con el leve roce de la gota mas guerrera las cadenas quiebran, chillan, desatan su furia! Ellas saven que han perdido a otra joven sumisa a la maldita racionalidad.

    Espero poder continuar tus historias, realmente hermosas.
    Attentamente: Mi yo mas sincero.

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